Esta novela sobre las brujas de Salem fue escrita por Maryse Condé. Aunque había oído hablar de las brujas de Salem, nunca había leído su historia. El libro de ficción narra la vida de Tituba y fue originalmente escrito en francés, siendo traducido al español en 2022. Tituba era hija de la esclava Abena, fruto de una violación por parte de un marinero inglés. La novela fue galardonada con el Gran Premio de Literatura Femenina de Francia en 1986.
Darnell Davis, el primer inglés en comprar a Abena junto con otros dos hombres de la tribu Shanti. La madre de Tituba fue llevada para cuidar a la esposa de Darnell, Jennifer, ambas de edades similares. Él quería que Abena entretuviera a Jennifer con bailes y otras actividades.
Aunque Jennifer y Abena se hicieron amigas, cuando Darnell supo del embarazo de Abena, se enfureció y la entregó a un esclavo para que la cuidara. Yao, el «esposo» escogido, era un hombre rebelde que había intentado suicidarse. Sin embargo, al ver a la embarazada Abena, sintió compasión por la joven que ya había sufrido mucho y trató a Tituba como a su propia hija.
Abena lamentó que su bebé fuera una niña, pues conocía la difícil vida de las mujeres. Tituba sintió el rechazo inconsciente de su madre, seguramente ligado al recuerdo de la violación.
Lamentablemente, Abena fue condenada a muerte por resistirse a los deseos sexuales de su amo. Tras su muerte, Tituba fue expulsada de la plantación y acogida por Man Yaya, una anciana curandera temida por sus poderes. Con ella, Tituba inició su viaje de conocimiento sobre plantas, conexión con la naturaleza e intuición.
El primer amor, John Indien
Tras la muerte de Man Yaya, Tituba se alejó de la sociedad y vivió recluida en medio del bosque. Salía muy poco y, al no arreglarse, su aspecto desaliñado infundía temor entre la gente cuando la veían. La gente de la comunidad temía a Tituba por considerarla rara y diferente.
Cuando Tituba conoció a John Indien, se obsesionó tanto con él que quería que se enamorase de ella a toda costa. Le pidió ayuda a los espíritus de Man Yaya y su madre para que la ayudaran con trucos a conquistarlo. Sin embargo, ellas no estuvieron de acuerdo, pues pensaban que John no era un buen hombre para Tituba.
“¿Por qué las mujeres no pueden prescindir de los hombres? Ahora vas a ser arrastrada al otro lado del agua…”
Tituba cambió su estilo de vida solo para poder estar con John. Aceptó volver a ser esclava en la casa de la ama de John, Susan Endicott, quien lo había tenido en su hogar desde niño. A pesar de que detestaba esta situación, lo hacía solo por estar al lado de John y compartir sus noches de amor con él.
Para estar con él, Tituba no solo debía convertirse en esposa de un esclavo y aceptar todas las peticiones de su ama, sino también debía convertirse al cristianismo y participar de los rituales religiosos.
Para John, todo esto estaba bien. Le pedía a Tituba que siguiera las normas de su ama y las respetara. Tituba no entendía la sumisión de John. Incluso lo cuestionaba y se cuestionaba a sí misma sobre las cosas que John manifestaba:
“Sí, pertenezco a Susana Endicott, pero el ama es buena…
Le interrumpí.
—¿Cómo puede ser buena un ama? ¿Puede el esclavo querer a su amo?”
Tituba hizo grandes sacrificios y fue en contra de sus propias creencias con tal de estar al lado del hombre que amaba. Sometida nuevamente a la esclavitud y a una religión ajena, soportó humillaciones solo por complacer a John. Él, no veía problema en adaptarse al sistema opresor con tal de sobrevivir. Tituba en cambio, con su espíritu libre y cuestionador, no lograba comprender la pasividad de John y el que no valorara su esfuerzo por estar juntos. El amor la llevó a tomar decisiones que iban contra su naturaleza.
Bruja por primera vez
John temía que juzgaran a Tituba como bruja, incluso cuando él se lo mencionó, Tituba desconocía por completo esta palabra, no entendía su verdadero significado y mucho menos por qué la gente la llamaba así.
Esta parte del libro me sorprendió, porque muestra cómo muchas veces clasificamos a las personas bajo suposiciones o creencias que nos pertenecen, pero no necesariamente pertenecen a los demás. La diversidad del mundo y las diferentes perspectivas de vida son el reflejo de nuestra humanidad. Sin embargo, nuestra falta de tolerancia nos lleva a rechazar a quienes piensan y actúan de manera diferente ante nuestra mirada. Me pregunto por qué siempre creemos que lo nuestro, como nuestra cultura o creencias religiosas, es mejor que lo de los demás. ¿Por qué queremos imponer nuestras creencias como la verdad absoluta? ¿No existen diferentes realidades, y cada una tiene el mismo valor que la otra? ¿Cuándo aprenderemos a aceptar esas diferencias que forman parte de este mundo?
A pesar de que Tituba intenta adaptarse en la propiedad de Susan Endicott, no lo logra. Incluso con el paso del tiempo, se genera una relación de odio entre las dos. Al final, en forma de venganza, antes de morir, Susan vende a John Indien a Samuel Parris para que se tengan que marchar de las Bermudas a Boston, EE. UU. Por lo tanto, Tituba no tiene más opción que marcharse con John para no separarse de su amor.
La condena de Tituba
Esta vez, Tituba entabla una buena amistad con su ama, Elizabeth, la esposa de Samuel. Entre ambas nace una complicidad, a pesar de sus diferencias sociales y religiosas. Lo que estas dos mujeres tenían en común era el rechazo y temor que sentían hacia Samuel, un hombre que en nombre de Dios cometía actos desagradables. Vemos a un hombre muy restrictivo debido a sus estrictas creencias religiosas.
Al principio, las cosas parecían marchar bien para Tituba en su nuevo hogar. Sin embargo, la tranquilidad dura poco cuando surgen rumores sobre Tituba y sus métodos de curación con hierbas y rezos. Con el tiempo, incluso las niñas empiezan a imaginar cosas y a fingir que Tituba es una bruja que atrae al demonio. Simulan convulsiones como si estuvieran poseídas cada vez que Tituba se les acerca.
Así, con el paso del tiempo y la propagación de rumores basados en mentiras, Tituba es condenada injustamente por brujería.
Durante su condena, vemos el gran dolor y sufrimiento que siente Tituba por el rechazo y señalamiento. Además, vive la traición de personas a las que ella apreciaba y pensaba que el sentimiento era recíproco. Los demás la consideraban una bruja malvada solo por el color oscuro de su piel. Sus remedios caseros de plantas medicinales eran vistos como sortilegios y no como curativos, a pesar de que habían sanado a Elizabeth de una grave enfermedad.
El mayor dolor de Tituba era no sentirse amada y que todos la vieran como una mujer malvada con malas intenciones, cuando en realidad era una mujer noble y bondadosa que buscaba ayudar a los demás, a pesar de su difícil vida como esclava.
Los juicios de las brujas de Salem
Se condena a Tituba injustamente, solo por prejuicios y rumores infundados. Las personas mienten descaradamente para culparla, impulsados por sus propios intereses y no por la búsqueda de la verdad. No les importa si Tituba es realmente culpable o no, solo quieren verla condenada. Es una muestra de la falta de justicia y la irracional persecución que ocurría en esa época, donde prima el prejuicio por encima de los hechos. Tituba es víctima de la intolerancia y los falsos juicios de una comunidad movida por la superstición y la ignorancia.
La verdadera bruja
Este libro me ayudó a comprender mejor la perspectiva real del término «bruja». Pensaba que eran mujeres malvadas, pero la realidad es otra. Al menos, eso nos intentaron hacer creer los religiosos. Las brujas eran mujeres conectadas con su intuición y la naturaleza. Eran alegres y les gustaba bailar, pero eso también era mal visto. Disfrutaban del placer y de su sexualidad. Creían en las propiedades medicinales de las plantas, en la conexión espiritual con sus ancestros y otras dimensiones.
Tituba fue condenada por querer vivir su vida de acuerdo con sus creencias y cultura. Era una mujer buena, de una resiliencia increíble, nada dramática y con ganas de ayudar a los demás con sus conocimientos. Le encantaba el amor y el placer, pero al final eso fue su perdición. Trató de luchar para que respetaran sus creencias, pero los demás no estaban dispuestos a hacerlo porque ella era mujer, esclava y negra.
Del libro, noto cómo la religión les impidió a muchos disfrutar de la vida, parecía que estaban amargados ya que todo era malo. Vivían en una jaula emocional y mental. Aunque se consideraban más civilizados que los esclavos, sus actos en mi opinión reflejan lo contrario. Hay una parte del libro en la que Tituba se cuestiona esto.
“Han hecho tanto daño a sus semejantes, a unos porque tienen la piel negra, a otros porque la tienen roja, que quizá por eso experimentan un sentimiento muy fuerte de maldición y condenación.”
Esta novela me permitió ver otra faceta de la historia y comprender que el término «bruja» fue utilizado para oprimir a mujeres librepensadoras que sólo buscaban vivir en armonía con la naturaleza y ayudar con sus conocimientos. Tituba representa la lucha contra la intolerancia y los prejuicios arbitrarios que imperaban en aquella sociedad.
Conclusión
Siento que el libro me dejó una reflexión: todos debemos aprender a entender que existen personas con culturas y creencias distintas a las nuestras, pero eso no quiere decir que por ser diferentes sean malas. Simplemente son distintas y debemos dejar de temerle a lo diferente. Por supuesto, lo conocido siempre será más cómodo y tranquilizador, pero lo diferente no es sinónimo de malo ni peligroso.
Ojalá algún día nos volvamos más conscientes y aprendamos a convivir en paz en medio de las diferencias, sin prejuicios ni señalamientos.
En conclusión, es un buen libro, entretenido de leer para comprender la historia de las brujas de Salem y la perspectiva de estas mujeres condenadas en 1690. Al mismo tiempo, nos hace reflexionar sobre el significado del término «bruja». Sin embargo, me hubiera gustado que el personaje de Tituba se hubiese desarrollado de una forma más profunda. Incluso en la historia no vemos una evolución de Tituba a pesar de todo lo que vive. Seguramente me habría gustado ver a una Tituba más madura al final. Pero, aun así, vale la pena leerlo.