Este libro Hábitos Atómicos me gustó y me ayudó a comprender cómo crear hábitos duraderos y no rendirse antes de alcanzar nuestras metas. La clave está en los pequeños pasos diarios que nos acercan al objetivo. Sin embargo, a menudo nos desanimamos cuando la meta parece lejana e inalcanzable.
James Clear explica de manera sencilla cómo establecer hábitos para lograr cambios tanto en la vida personal como profesional. El método es el mismo, ya sea para adquirir hábitos positivos o eliminar los negativos.
Por qué los pequeños cambios marcan una gran diferencia
En esta sección del libro, se explica cómo es común subestimar el valor de hacer pequeñas mejoras diarias. A menudo, pensamos que el éxito requiere grandes acciones. No obstante, si mejoramos un poco cada día y tomamos acción, con el tiempo veremos todo lo que podemos lograr.
Se menciona el ejemplo de Dave Brailsford, director británico, quien logró mejoras significativas en ciclistas profesionales británicos mediante la estrategia de ganancias marginales.
“El principio de esta filosofía consiste en aislar cada uno de los aspectos del ciclismo. Si se mejora el 1 % de cada uno de esos aspectos, se habrá obtenido una mejora considerable una vez que todos los cambios se apliquen al mismo tiempo.”
Si observamos detenidamente, significa que, si diariamente busco mejorar en los aspectos que deseo cambiar para obtener resultados, con el tiempo, la acumulación de estos pequeños esfuerzos me convertirá en la persona que aspiro ser o me habrá ayudado a lograr mis objetivos.
Podemos comparar esta fórmula con el interés compuesto en el dinero. Los efectos de tus hábitos se multiplican cuando los practicas a diario.
Desafortunadamente, este concepto resulta difícil de visualizar y llevar a cabo para muchos, ya que al principio parece que los pequeños esfuerzos no dan frutos, ya que los resultados no son inmediatos. Por ejemplo, ahorrar dinero hoy no te hará millonario, ni ir al gimnasio durante tres días te pondrá en forma. Sin embargo, si persistes durante un año, notarás los resultados. La transformación gradual es lo que a menudo nos hace abandonar los buenos hábitos antes de alcanzar la meta. Además, muchos hábitos muestran sus efectos cuando alcanzan un punto crítico, no es un proceso lineal y constante.
Este principio también se aplica a los malos hábitos, comer comida chatarra ocasionalmente no afecta inmediatamente tu salud. No obstante, con el tiempo, puedes ver cómo afecta tu bienestar y peso. Es por esta razón que es fácil tomar pequeñas decisiones equivocadas, ya que no se ven efectos inmediatos, sino con el tiempo después de repetir esas pequeñas acciones negativas.
Enfócate en los sistemas y no en las metas
Por esta razón, James Clear nos explica cómo implementar un sistema que nos ayude a lograr la transformación que deseamos sin renunciar a corto plazo. En otras palabras, nos aconseja enfocarnos en los sistemas en lugar de las metas.
“Las metas son buenas para establecer una dirección, pero los sistemas son mejores para realizar verdaderos progresos.”
Lamentablemente, al centrarnos únicamente en las metas, pueden surgir los siguientes problemas, los cuales se describen en detalle en el libro:
Problema 1: Los ganadores y los perdedores comparten las mismas metas
Problema 2: Alcanzar una meta consiste únicamente en un cambio momentáneo
Problema 3: Las metas restringen la felicidad
Problema 4: Las metas no coinciden con el progreso a largo plazo
¿Por qué es tan fácil repetir los malos hábitos y tan difícil desarrollar buenos hábitos?
James nos explica que cambiar nuestros hábitos es un desafío por dos razones principales: 1. a menudo intentamos cambiar algo que no deberíamos y 2. abordamos la modificación de hábitos de manera incorrecta.
Por lo tanto, nos habla sobre cómo los hábitos influyen en nuestra identidad y cómo esta influencia es crucial al intentar incorporar nuevos hábitos. Deberíamos enfocar nuestros hábitos en la persona que deseamos convertirnos, no solo en lo que queremos lograr. La verdadera motivación surge cuando se integra en nuestra identidad.
«Una cosa es decir «soy el tipo de persona que quiere esto»; otra cosa muy distinta es poder decir «soy el tipo de persona que es esto».»
Así que el proceso de cambio de conducta tiene tres capas y se vería de la siguiente manera:
Los resultados tienen que ver con lo que obtienes. Los procesos tienen que ver con lo que haces. La identidad tiene que ver con lo que crees.
Al final, mis conductas son un reflejo de mi identidad, de quien soy.
«La manera más práctica de cambiar quién eres es cambiar lo que haces.»
Antes de adentrarte en la creación de los hábitos que deseas, debes definir claramente quién eres o la persona en la que deseas convertirte. Una forma de lograrlo es respondiendo preguntas como estas:
¿Qué deseas representar? ¿Qué tipo de principios y valores quieres defender? ¿En quién quieres convertirte? ¿Quién es la persona que puede obtener los resultados que quiero alcanzar?
«El enfoque debe estar siempre en convertirse en el tipo de persona que puede alcanzar una meta, no en la meta en sí.»
Luego, el libro nos explica los cuatro pasos que nos ayudarán a alcanzar los hábitos después de haber definido quiénes somos o qué tipo de persona deseamos ser.
1. Hacerlo Obvio
El cerebro humano constantemente hace suposiciones al observar su entorno y procesa la información que encuentra. Cuando experimentas algo en repetidas ocasiones, tu cerebro primero determina qué es importante, organiza los detalles esenciales y guarda esa información para el futuro.
Antes de desarrollar con éxito nuevos hábitos, es fundamental tener control sobre nuestros hábitos actuales. Esto puede ser complicado, ya que cuando un hábito se arraiga en nuestra vida, se vuelve automático y sucede sin que nos demos cuenta debido a su regularidad.
Por lo tanto, para cambiar un hábito, primero debemos tomar conciencia de su existencia.
2. Hacerlo Atractivo
La dopamina juega un papel clave en este paso, ya que se activa cuando experimentamos placer o anticipamos que ocurrirá. Puede predecir que una oportunidad se convertirá en recompensa. De esta manera, relacionamos una recompensa con el hábito que deseamos establecer y el cerebro recibe la señal.
Cuando el hábito nos conduce a una experiencia atractiva o gratificante, esto nos motiva a tomar la acción.
Tendemos a adoptar hábitos que son elogiados y aprobados por el ambiente en el que vivimos porque sentimos un natural deseo de integrarnos y pertenecer a una tribu.
Por esta razón, el entorno que nos rodea es tan importante, ya que nuestras conductas son influenciadas y moldeadas por el ambiente en el que nos desenvolvemos.
3. Hacerlo Sencillo
La mejor manera de establecer un hábito es mediante la repetición, es decir, a través de la práctica. Sin embargo, es fundamental simplificarlo. Nuestro cerebro está programado para minimizar el gasto de energía, lo que explica por qué los seres humanos tienden a seguir la ley del mínimo esfuerzo. Instintivamente, nos inclinamos a realizar acciones que nos brinden más valor con el menor esfuerzo.
Esto no implica que los seres humanos no sean capaces de llevar a cabo tareas difíciles o complejas. Simplemente, al establecer un hábito, es más sencillo si empezamos con una acción simple, lo que reduce la resistencia a realizarla. Con la repetición, el hábito se arraiga.
Por ejemplo, es más probable que vayas al gimnasio si está en tu ruta de regreso del trabajo a casa. Si tienes que desviarte mucho y enfrentar un tráfico adicional, será más difícil encontrar la motivación para ir al gimnasio después del trabajo y optarás por regresar directamente a casa.
4. Hacerlo satisfactorio
Los seres humanos tendemos a repetir una acción o comportamiento cuando nos produce satisfacción. James nos dice que debemos sentirnos exitosos al llevar a cabo un hábito, aunque sea de forma modesta. Debe generarnos esa sensación para que deseemos repetirlo.
Además, el libro detalla cada uno de estos pasos y proporciona otras herramientas que refuerzan este proceso o sistema.
Si deseas cambiar aspectos de tu vida, ya sea a nivel personal o profesional, te recomiendo leer Hábitos Atómicos. En mi caso, una de las partes más útiles fue comprender que las cosas se logran gradualmente y que lo importante es comenzar hoy a tomar acciones que me acerquen a la persona que deseo ser.