La Historia de los Vertebrados no solo cuenta la historia de la maternidad de Mar García Puig, sino que también hace un paralelo con la investigación de cómo otras mujeres han vivido la maternidad a lo largo de los siglos.
La Crisis de Maternidad
Mar tuvo mellizos y sufrió una crisis de angustia, temiendo por su vida y la de sus hijos. Este temor la llevó a perderse a sí misma en momentos y buscar ayuda de un psiquiatra para manejar las emociones surgidas con el nacimiento prematuro de sus hijos. De manera personal y empática, Mar narra lo que muchas mujeres experimentan durante la maternidad y el postparto.
No soy madre, pero admiro a las mujeres que asumen este rol tan importante para la sociedad. Sin embargo, considero que es una labor poco valorada y respetada. Las mujeres enfrentan más desafíos, especialmente cuando intentan equilibrar la maternidad con su desarrollo profesional.
Reflexiones Históricas
Esta frase del libro me hizo cuestionar si este pensamiento sigue vigente y por qué aún no hay suficiente apoyo para que una mujer pueda equilibrar la maternidad y su vida profesional si así lo desea:
“La educación o cualquier actividad intelectual podrían ser físicamente peligrosas para las mujeres, pues consumirían demasiada energía y atrofiarían el útero. El intelecto y la vida pública serían enemigos de la procreación. Lo escribió el matemático alemán August Möbius a finales del siglo XIX.”
Y esta otra frase me resulta increíble que alguien haya podido pensar de esta manera:
“Si deseamos que la mujer cumpla plenamente la tarea de la maternidad, no puede poseer un cerebro masculino. Si las habilidades femeninas se desarrollaran en el mismo grado que las del hombre, sus órganos materiales sufrirían y tendríamos ante nosotros un híbrido repulsivo e inútil.”
La Incomprensión de la Maternidad: Una Reflexión Histórica
La Historia de los Vertebrados de Mar García Puig, al referirse a varios documentos históricos, nos invita a reflexionar sobre cómo las mujeres han tenido que padecer la incomprensión de lo que implica la maternidad para muchas.
Por supuesto, no todas lo viven de la misma manera. Sin embargo, no podemos ignorar que muchas padecen trastornos hormonales que las convierten en mujeres más vulnerables. No es por debilidad, sino porque cada cuerpo es un mundo único que responde de manera distinta ante las situaciones de la vida.
Un poco más de empatía y comprensión ayudaría a que las mujeres que pasan por este tipo de episodios puedan estar mucho más sostenidas. Esto les permitiría abordar sus desequilibrios desde un lugar seguro y con respeto. No deben sentirse mal o juzgadas, sino acompañadas.
La Historia de la Depresión Postparto
La psiquiatría victoriana pensaba que el estado mental de las mujeres después del parto se debía a una acumulación de sangre en la cabeza, lo que los llevó a afeitarles el pelo o aplicar frío en el cráneo.
“La misión del manicomio no era aprisionar al lunático sino domesticarlo.”
Muchas mujeres fueron hospitalizadas por comportamientos raros o síntomas de delirio después del parto, ya que los doctores no tenían cura.
“Anticipando con cariño la alegría, quizás de su primer hijo, la amada esposa se resigna pacientemente a todas las molestias y limitaciones del embaraza, por fastidiosas que sean, y a los dolores y peligros del alumbramiento, por grande que sean. El afectuoso esposo y los parientes esperan con profunda y ansiosa expectativa el acontecimiento; y, finalmente, cuando llega el alegre momento y la felicidad de todos se completa con un parto seguro, de qué manera más espantosa se invierte la escena, cuando la madre feliz muestra repentinamente síntomas de delirio.”
Además de múltiples tratamientos que se implementaron buscando la cura, como la lobotomía, muchos de estos procedimientos dejaron a personas en estado vegetal o con serios problemas de salud que les impedían tener una vida normal.
La Culpa de No Estar Bien
Muchas mujeres sienten culpa por no poder estar bien para sus hijos debido a la tristeza o angustia postparto.
“Una mancha, una falla en cualquiera de nosotras, y la ruina se desata.”
¿Es posible que convertirse en madre te obligue a ser perfecta? Este libro me ayudó a entender a mi madre, quien hizo lo mejor que pudo con las herramientas que tenía. La mayoría de las madres creen estar haciendo lo mejor, aunque a veces carecen de información o apoyo.
Difícilmente lo harán con la intención de perjudicar o herir a sus hijos. Si existen mujeres con comportamientos perjudiciales hacia sus hijos, es probable que tengan problemas psicológicos que las llevan a actuar de esa manera. Pero ¿quiénes somos para juzgar? No sería mejor mirar las cosas con ojos de comprensión y entender que detrás de cada persona hay una historia que influye en su comportamiento. No todas las personas son conscientes o se cuestionan el porqué de sus actitudes.
“Lloro con desenfreno hasta destilar mis párpados. Finalmente consigo recuperar la voz huida y le confieso que no tengo fuerzas para enfrentarme a la visión de mis hijos. Que los amo tanto como los temo. Horrorizada, me doy cuenta de que esa frase, que parece salida del mismo infierno, procede de mi boca. Siento que me ahogo.”
Reflexión Final
Realmente, el libro invita a cuestionar, reflexionar y tener más empatía por lo que la maternidad implica. Las madres podrán identificarse con muchas situaciones que Mar describe.
La Historia de los Vertebrados es un libro que vale la pena leer. Los hombres también deberían leerlo, pues seguramente les ayudará a comprender lo que las mujeres sienten y viven durante la maternidad.
“Podremos dar con las dosis exactas de los ingredientes de la buena maternidad. A ninguna mujer se la cubre de gloria por hacer de madre de sus hijos, al fin y al cabo, está en su instinto, pero si no lo hace, se convierte en la encarnación del mal.”