Javier, un poeta salvadoreño, nos relata su travesía a los 9 años para cruzar la frontera y reunirse con sus padres en Estados Unidos después de años. Javiercito enfrenta sed, hambre, terror y riesgo de morir. La narrativa, contada con los ojos de un niño, sigue siendo cautivadora. Aunque Javier tiene ahora 33 años, tuvo que realizar un proceso de sanación para escribir este libro, Solito.
Emigrar a Estados Unidos desde El Salvador
Su padre partió primero, y Javier solo podía recordar su voz, ya él que abandonó El Salvador cuando Javier era un niño muy pequeño. A los 5 años, su madre se fue a Estados Unidos, dejándolo con su tía y abuelos. A los 9, Javiercito emprende la travesía para cruzar la frontera en México hacia Estados Unidos. Su familia lo encomendó al Coyote de confianza que prometió llevarlo desde El Salvador para cruzar la frontera. El libro detalla su lucha por reunirse con sus padres, convirtiendo un viaje de dos semanas en dos meses. Una historia conmovedora, llena de inocencia, dificultades, resiliencia y lucha.
Solito, es un libro que todos deberíamos leer para comprender la situación de quienes emigran así. Creo que nunca imaginé ni me puse en el lugar de quienes realizan estos viajes por necesidad, buscando oportunidades y un futuro mejor. La palabra que mejor describe este libro para mí es «empatía».
Yo también migré de Colombia a Paraguay hace 10 años, entiendo la migración, aunque mi experiencia difiere de la de Javiercito. Migré de manera “normal”, siguiendo trámites establecidos, vine para estar con mi pareja.
Pero su historia me concientizó sobre lo que mucha gente debe vivir y sus motivos para someterse a semejantes circunstancias, con la ilusión de un mejor camino. ¿Cuánto desespero tendrán para arriesgar sus vidas así? Creo que deben sentir que no tienen mucho que perder, las condiciones en su país pueden ser tan difíciles que la ilusión de un mejor futuro les da la motivación.
Cuando vemos las noticias, no logramos empatizar ni imaginar todo lo que deben atravesar estas personas para lograr su meta, su sueño. Incluso podemos juzgarlos en silencio por desconocimiento. Me cuestiono cuánta falta de humanidad nos hace para ponernos en los zapatos del otro.
Muchas veces vemos en la televisión noticias negativas en otras zonas, pero somos indiferentes al dolor ajeno. No digo que debamos sufrir por todo, solo siento que deberíamos tener más empatía y comprensión hacia lo que otros viven diariamente. Tal vez lograríamos entre todos acciones que ayuden a cambiar muchas cosas en nuestra sociedad. Todos nos comprometeríamos más con un cambio desde adentro. Tomando acciones más coherentes al convertirnos en personas más empáticas.
La Esencia del Libro: Empatía
¿Pero qué significa Empatía? Es la capacidad de comprender y compartir los sentimientos de otra persona. Implica ponerse en el lugar del otro, percibir y comprender sus emociones, y responder adecuadamente. Nos permite ver las cosas desde la perspectiva del otro en vez de la nuestra.
Finalmente, la empatía es una habilidad social valiosa que fortalece las relaciones interpersonales y contribuye a un mejor entendimiento y comunicación entre las personas. Creo que esta habilidad podría contribuir a acabar con tantas guerras, donde la gente es incapaz de comprender al otro y aceptar las diferencias. Siente que el otro es un enemigo por ser y pensar distinto. Encontrando motivos para ejercer violencia sobre otros.
De los valores más rescatables del libro es la humanidad. Lo digo desde el punto de vista de tratar con respeto y dignidad a otra persona, sin importar sus características o circunstancias. Esto se vio reflejado en Patricia, Chino y Carla, quienes apoyaron a Javiercito en ese trayecto. Patricia y Carla, madre e hija respectivamente, esperaban encontrarse con sus familiares en USA. Chino era amigo de Carla. Ellos improvisaron como una familia para cruzar la frontera, incluyendo a Javiercito. Lo ayudaron a superar las dificultades e incluso lo cuidaron como si fuera su propio hijo.
Podríamos pensar que, sin ellos, ese niño no habría superado todas las circunstancias difíciles a las que se enfrentó. Que ellos fueron una parte fundamental en esa travesía. Incluso, Chino se convirtió en algunos tramos del trayecto en los pies de Javiercito, cuando el niño ya no podía más del cansancio. Este hombre lo cargó en sus espaldas, se sacrificó por él y nunca lo abandonó. Qué calidad humana la de este hombre.
Puedo decir que es un libro que vale la pena leer. La sencillez del alma con que Javier narra su historia nos lleva a través de diferentes emociones durante la lectura. Increíble que un niño de 9 años haya tenido la fortaleza y la madurez para afrontar todas las situaciones que vivió para llegar a Estados Unidos desde El Salvador. Creo que él desde pequeño ya estaba preparado mental y emocionalmente para eso. No flaquear a pesar del dolor, el hambre, la incertidumbre, el calor y el cansancio. Al ser una historia contada desde la visión de un niño de 9 años, muchas situaciones que para un adulto pueden ser terribles, un niño consigue verlas diferente, menos densas y así sobrepasarlas en ese momento para no desfallecer.
Javier Zamora
Algo que me sorprendió es conocer la historia de Javier Zamora, quien se convirtió en poeta, escritor y activista. Logró estudiar y salir adelante en Estados Unidos. A pesar de que durante su trayecto para cruzar la frontera vio la traición y sintió el abandono, conservó sus buenos sentimientos. Tuve la oportunidad de participar en una entrevista en línea en el club del libro «Se Regalan Dudas», donde él estuvo en la última sesión. En esa charla, pudimos ver a un hombre transparente, con la capacidad de mostrar su vulnerabilidad y hablar de cómo ha ido superando todo lo que vivió de una forma tan natural. Esto generó una admiración total por Javier Zamora. Su libro ya me gustó bastante al leerlo, pero al escucharlo hablar, me gustó más su libro y su historia.
Definitivamente, me encantan las historias que nos muestran la resiliencia humana y nos inspiran a siempre seguir adelante. Super recomendado leer Solito.